Alcoholismo

La persona que sufre de alcoholismo siente la necesidad imperiosa de ingerir alcohol etílico.

Su dependencia física y psicológica se manifiesta a través de determinados síntomas de abstinencia (ansiedad, sudoración,…) cuando la persona no puede beber.

El alcohólico no tiene control sobre los límites de su consumo y suele ir elevando a lo largo del tiempo su grado de tolerancia al alcohol (cada vez bebe más cantidad para obtener los mismos resultados).

Los tratamientos del alcoholismo incluyen programas de desintoxicación realizados en hospitales especializados (con hospitalización durante varias semanas).

Después del período de desintoxicación, una psicoterapia individual o de grupo ayuda al paciente a reforzar los resultados y prevenir recaídas tratando los problemas psicológicos de fondo que hayan podido llevar al paciente a la dependencia.